viernes, 17 de diciembre de 2010

Mi poema favorito...

Hace ya varios años, escuche una línea que me gustó muchísimo, probablemente porque me sentí identificado con ella, al igual que miles de personas en el mundo:

"But I, being poor, have only my dreams"

Cuando la escuche por primera vez me pregunte quien podría haber escrito esa línea. Por equis motivos, nunca me di el trabajo de investigar sobre el autor, hasta que hace dos días, por casualidad, mientras miraba algo, recordé la frase (la razón no interesa) y nuevamente sentí lo que sentí el día en que la leí por primera vez. Así que abrí Google Chrome, puse la frase y apareció en un blog una referencia a ella, en la que además ponían el poema completo, y ¡el nombre del autor!

He leído el poema completo una y otra vez, y puedo decir que, aunque no soy fanático de la poesía, y mucho menos de los poetas (mas sobre esto en un momento...), este se ha convertido en mi poema favorito. He aquí la version completa:

He wishes for the cloths of heaven 

Had I the heavens’ embroidered cloths, 

Enwrought with golden and silver light, 

The blue and the dim and the dark cloths

Of night and light and the half light,

I would spread the cloths under your feet:

But I, being poor, have only my dreams;

I have spread my dreams under your feet;

Tread softly because you tread on my dreams.

- William Butler Yeats -

 

Este es también el poema más romántico que he leído. ¡Me emociona tanto!

Si me conocen (en persona) seguramente me habrán oído despotricar en contra de los poetas y literatos, por considerar que sus carreras son completamente inútiles para la sociedad  o, al menos me deben haber oído decir que el estado debería eliminar las facultades de letras de las universidades estatales, lo cual les hara preguntarse como es que yo puedo tener un poema favorito. Me reafirmo en lo último en nombre de la eficiencia social. Sin embargo, he cambiado ligeramente mi opinión sobre el valor de los poetas, y esto no tiene tanto que ver con el poema de Yeats, sino con una película de Roberto Benigni (cuyas bellas películas siempre disfruto…): “El Tigre y La Nieve” estrenada ya hace unos años. En esa película, Roberto hace el papel de un poeta, Attilio De Giovanni, quien está profundamente enamorado de su esposa, de quien ya se había divorciado ( espero no haber arruinado la película para ustedes, en caso de que no la hayan visto!). El punto es que, teniendo “Attilio” dos hijas, estas le preguntan un día, cuando están en su casa (para que escribirlo, cuando pueden verlo?):





 

 

A que es precioso, eh?

Después de ver esa película, modere mis comentarios respecto a la utilidad (o inutilidad) de los poetas, aunque tratando el asunto fríamente, sigo creyendo que su utilidad marginal no es mucha, y por lo tanto no debería ser una profesión incentivada por el estado con el dinero de los contribuyentes. Aquellos de ustedes que no entiendan el poema de Yeats, les recomiendo que lo busquen traducido. Aquellos de ustedes que no hayan visto “El Tigre y La Nieve”, les recomiendo que la vean (como siempre, recomiendo que lo hagan en el idioma original –Italiano en este caso- y con subtítulos).

Ojala que les lata el corazón como me latió a mi viendo esa película, y leyendo aquel poema!

Saludos!

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